por Cecilia Hudec, Hermana de la Caridad, Halifax ¡Bienvenidas Hermanas de la Caridad! El amor de Dios se demuestra a través de su amistad y solidaridad con nosotros”. Estas palabras recibieron a las hermanas Cecilia Hudec y Maureen Wild el 25 de enero de 2022, cuando se dirigían hacia la comunidad de Las Minas mientras la gente estaba a lo largo de la carretera. “Deseamos que se sientan como en casa entre nosotros”. Cuando les saludamos en nombre de las Hermanas y Asociados, su alegría y gratitud brillaron en sus rostros. 224 familias de tres comunidades son beneficiarias de este proyecto de agua, así como el ganado, gallinas, huertos familiares y cultivos. Un anciano de la comunidad expresó el agradecimiento de las comunidades. A las 2pm luego de compartir una deliciosa sopa de gallina, nos reunimos en el patio de la escuela bajo la sombra de los árboles y carpas para celebrar la liturgia con el obispo Oswaldo Escobar, OCD, quien nos agradeció a nosotros y a los demás grupos que han colaborado en el proyecto. Nos obsequiaron un hermoso cántaro de barro hecho con el barro de Las Minas. Al día siguiente, nos dirigimos en vehículos con tracción 4x4 a la comunidad Cumbres de El Gramal, La Palma, ubicada 1.000 metros sobre el nivel del mar. Fuimos recibidas por Maribel Escobar, alcaldesa del Municipio de La Palma y miembros de la comunidad de los cerros donde Solidar Suiza ha determinado que se puede perforar un pozo. La alcaldesa fue elegida en las pasadas elecciones 2021, en agosto del mismo año ella y su consejo municipal firmaron el convenio con Fundación SHARE, nuestro socio; Solidar Suiza, CCR Chalatenango, y el Director del Comité de Agua en el que la municipalidad se encargaría de perforar un pozo. Indicó que los fondos están reservados para esta parte del proyecto y SHARE le informó que los fondos para el tratamiento del agua, los tanques de almacenamiento y las tuberías se recibieron hace dos años. Nos expresó su deseo de seguir adelante con el proyecto. Creo que fue importante para ella conocernos y darse cuenta de la autenticidad de la financiación, ya que cuarenta y seis familias serán las beneficiarias de este proyecto de agua. No había organización en estas comunidades cuando se iniciaron los trabajos hace dos años. El equipo de CCR (Asociación de comunidades para el desarrollo de Chalatenango) se ha estado reuniendo con la comunidad, para acompañarles a elegir un comité de agua que se hará cargo del proyecto, bajo la dirección de Solidar Suiza que ofrece la experiencia de un ingeniero. Las mujeres se reúnen para aprender sobre seguridad alimentaria, plantas medicinales y para apoyarse mutuamente en la salud mental. La higiene personal, el cuidado de la salud de sus hijos e hijas, y el saneamiento son ahora una prioridad. Este segundo proyecto incluye algunas letrinas para las familias, por lo que se determinó que el trabajo para las letrinas comenzaría en mientras se perfora el pozo. El clima es excelente para cultivar café en los cerros. Las grandes empresas cafeteras no lo compran en el comercio justo. Con mayor organización y el apoyo de la CCR, se podría comenzar a luchar por su derecho a obtener un mejor precio. La lucha de estas comunidades se reflejaba en sus rostros. Nuevamente, fue un anciano quien habló en nombre de ellas, diciendo que las mujeres son las que han sufrido durante tanto tiempo, debido a las largas caminatas que a diario realizan por terrenos de difícil acceso para llevar agua a sus hogares. El acceso cercano al agua potable será un gran regalo para sus vidas. Hermana Maureen y yo, nos comprometimos a recaudar otros US$11.000 para este proyecto. Hay más trabajo por hacer con las comunidades y esa parte del presupuesto se ha agotado en el último año. Si deseas contribuir con este proyecto por favor dona en A drop water to Cumbres de El Gramal , Fundación SHARE es una es una organización sin fines de lucro, exenta de impuestos (c)(3) que entrega recibos de impuestos. Haga clic en el segundo proyecto de agua de La Palma. Gracias por tu generosidad. by Cecilia Hudec, SC “Bienvenidas Hermanas de la Caridad! The love of God is demonstrated through your solidarity with us in friendship.” These words greeted Sisters Cecilia Hudec and Maureen Wild on January 25, 2022, as we drove into the community of Las Minas with people lining the road. “We desire that you feel at home among us.” As we greeted them on behalf of the Sisters and Associates, their joy and gratitude beamed on their faces. 224 families in three communities are recipients of this water project, including cattle, chickens, home gardens and crops. An elderly man in the community expressed the gratitude of the communities. At 2pm after sharing a delicious chicken soup, we gathered in the school yard under the shade of trees and tents to celebrate the Liturgy with Bishop Oswaldo Escobar, OCD, who thanked us and the other groups who have collaborated in the project. We were gifted with a beautiful clay water pot made from the clay of Las Minas. The following day, we drove to Cumbres de El Gramal, La Palma at 1,000 metres above sea level using four-wheel drive trucks. We were greeted by the Maribel Escobar, mayor of the Municipality of La Palma and members of the community in the hills where Solidar Suiza has determined that a well can be dug. The mayor was elected in the spring of last year and in August 2021 she and her council signed the agreement with SHARE El Salvador, our partner, Solidar Suiza, and the Director of the Water Committee, that she would take responsibility to have a well dug. She indicated that the funding is reserved for this part of the project and was informed by SHARE that funding for the water treatment, storage tanks and pipes, had been received two years ago. She indicated her desire to move ahead with the project. I believe it was important for her to meet us and realize the authenticity of the funding. Forty-six families will be the beneficiaries of this project. There was no organization in these communities when work was started two years ago. CCR personnel (The Association of communities for the re-settlement of Chalatenango) have been meeting with them to help them elect a water committee which will take responsibility for the project under the direction of Solidar Suiza which offers the expertise of an engineer. The women gather to learn about food security, medicinal plants and to support each other’s mental health. Personal hygiene and care of their children’s health and sanitation is a priority. The project does include some latrines so it was determined that work would begin on the latrines while the well is being dug. The climate is excellent for growing coffee on the hills. Large coffee companies do not purchase it at fair trade. With greater organization and the support of CCR, they will begin to fight for their rights for a better price. The struggle of these communities was evident on their faces. Again, it was an elderly man who spoke as a voice for them, saying that the women are the ones who have suffered for such a long time because of the daily long walks on rough terrain to bring water to their homes. Close access to safe water will be a great gift to their lives. Sister Maureen and I committed to raising another US$11,000 for this project. There is more work to be done with the communities and that part of the budget has been used up in the last year. If you wish to contribute to this project please donate at A drop water to Cumbres de El Gramal Share is a non-profit, tax-exempt (c)(3) organization which gives tax receipts. Click on La Palma 2nd water project. Thank you for your generosity. Hermana Maureen Wild Si pudiera ver con suficiente claridad a través de la puerta de mi corazón, con su profunda gratitud por este viaje y los momentos que profundamente me conmovieron, quisiera contarles algo maravilloso. Me gustaría que imaginaran el crescendo del canto de los pájaros que nos recibió mientras amanecía e íbamos saliendo del aeropuerto de San Salvador. Quisiera que escucharan las canciones del corazón de quienes hablaron a nuestra Delegación: acordes distintos de compromiso absoluto con el bien común, con melodías que afirman la dignidad de todos y los derechos humanos básicos, notas de anhelo por la salud de los sin voz y vulnerables, por la liberación de presos injustamente detenidos, por la justa distribución de la riqueza nacional para las necesidades de los pobres, y la música extraordinaria de la organización por el bienestar de las comunidades, inclusive de la Madre Tierra. En nuestra tercera mañana nos despertamos con un increíble amanecer en la costa. Todo esto fue parte de una maravillosa sinfonía de nuestra primera semana. Todo esto, y la música de la vida de cuatro mártires, tres salvadoreños y uno italiano, Fray Franciscano Cosme Spessotto, misionero en El Salvador durante treinta años, amante del Evangelio y de los más pobres. Antes de partir en este viaje, ya escuchaba el canto del gran amor mientras leía una biografía de Rutilio Grande, SJ. Quien nació y creció entre los campesinos, latinos pobres trabajadores agrícolas de El Paisnal. Su educación y años de formación como jesuita, abrieron de forma natural y completa su corazón y su mente para abrazar la visión del Concilio Vaticano II: ver a la iglesia como 'el pueblo de Dios' trabajando juntos como comunidad (más que como jerarquía) con una opción preferencial por los pobres. Rutilio trabajó para empoderar a los campesinos analfabetos, sin dinero y sin tierra para organizarse por mejores condiciones de vida y de trabajo. Formó catequistas para servir al pueblo. A través de las enseñanzas del Evangelio, el Vaticano II y la implementación de la visión de Medellín, alentó una nueva vida en su parroquia, incluso organizando una fiesta de cosecha en la iglesia, donde todos se sentaban a la mesa y nadie pasaba hambre. Murió mártir, sirviendo humildemente y amando a los pobres del campo donde nació. Cada vez más me sentí atraída a presenciar con los salvadoreños, esta gozosa y trascendental Beatificación, mientras sentía una tremenda gratitud al Papa Francisco por también exaltar a Manuel y Nelson (quienes apoyaban en los ministerios parroquiales y murieron junto a Rutilio) tan representativos de 'la Iglesia de Rutilio.” El día de su Beatificación, 'Rutilio Vive' fue un mensaje de las mantas en El Paisnal, para que todos la viéramos. Caminamos junto al pueblo, detrás de esta y otras mantas, solidarios, conscientes y agradecidos por todos los Rutilios -hombres y mujeres- que fueron martirizados tras su muerte. Un momento importante para mí, fue conocer a jóvenes y adultos católicos en Aguilares y en la comunidad de Rutilio Grande cerca de El Paisnal. Estaban totalmente dedicados a la elaboración de mantas y pupusas para la Beatificación. Quienes también son parte de comités organizados para abordar las necesidades de los jóvenes, las mujeres, la salud y la seguridad alimentaria en sus comunidades. Fue inspirador presenciar su compromiso con la vida y el cuidado de sus comunidades. A diferencia del creciente individualismo de nuestra cultura, ellos parecían decididos y motivados por el bien común. La Fundación Salvadoreña de Ayuda Humanitaria, Investigación, Educación (Fundación SHARE) coordinacon todos los grupos que visitamos, apoyando proyectos a través de la recaudación de fondos. Dondequiera que los grupos hablaron, expresaron su gratitud a SHARE y a sus décadas de solidaridad con el pueblo salvadoreño. ¡Basta con decir que fue un gran regalo y una primera semana bendecida de innumerables maneras! Nuestros muchos encuentros se relacionaron muy bien con el espíritu de los mártires de El Salvador, capturado en las palabras de Jesús: 'Vengan, benditos, entren en el reino de Dios, porque tuve hambre y me dieron de comer, sed y ustedes... forasteros y ustedes... enfermos. o en la cárcel, y me visitasteis.' by Sister Maureen Wild If I could see clearly enough through the doorway of my heart, with its profound gratitude for this journey and the moments that moved me deeply, I would want to tell you something wonderful. I would want you to imagine the crescendo of birdsong that greeted us as dawn broke and we stepped outside San Salvador airport. I would want you to hear the heart songs within those who spoke to our Delegation: distinct chords of absolute commitment to the common good, with melodies affirming everyone’s dignity and basic human rights, notes of yearning for the health of voiceless and vulnerable others, for the release of prisoners unjustly detained, for fair distribution of national wealth for the needs of the poor, and the extraordinary music of organizing for the well-being of communities inclusive of Mother Earth. On our third morning we awakened to an amazing coastal sunrise. All this was part of a wonderful symphony of our first week. All of this, and the music of the lives of four martyrs – three Salvadoran-born, and one Italian-born, Franciscan Friar Cosme Spessotto, missioned in El Salvador for thirty years, who loved the Gospel and the poorest. Before I left on this trip, I was already hearing the song of great love while reading a biography of Rutilio Grande, SJ. He was born and raised among the campesinos, poor Latino farm workers, of El Paisnal. His upbringing, and formative years as a Jesuit, naturally and completely opened his heart and mind to embrace the vision of Vatican II: to see the church as ‘the people of God’ working together as community (rather than as hierarchy) with a preferential option for the poor. Rutilio worked to empower illiterate, penniless, landless campesinos to organize for better living and working conditions. He formed catechists to serve the people. Through the teachings of the Gospel, Vatican II and implementing the vision of Medellín*, he encouraged new life in his parish, even to hosting a harvest feast in the church where all sat at the table, and no one went hungry. He died a martyr, humbly serving and loving the rural poor of his birthplace. More and more I felt drawn to witness, with Salvadorans, this joyful and momentous Beatification while feeling tremendous gratitude to Pope Francis for also lifting-up Manuel and Nelson (who assisted in parish ministries and died alongside Rutilio) so representative of ‘the Church of Rutilio.’ On the day of his Beatification, ‘Rutilio Vive’ was a banner message for all to see in El Paisnal. With the people, we walked behind it and other banners, in solidarity, conscious of and grateful for all the Rutilios - men and women – who were martyred following his death. One highlight for me was meeting young Catholic adults in Aguilares and the Rutilio Grande Community near El Paisnal. They were totally engaged in banner-making and pupusa-making for the Beatification. They also served on committees organized to address the needs of youth, women, health and food security in their communities. It was inspiring to witness their engagement in the life and care of their communities. Unlike the growing individualism in our culture, they seemed resolutely motivated for the common good. Salvadoran Humanitarian Aid, Research, Education (SHARE) Foundation partners with all the groups we visited, supporting projects through fundraising. Wherever groups spoke, gratitude was expressed to SHARE and their decades of solidarity with the Salvadoran people. Suffice it to say it was a great gift and blessed first week in countless ways! Our many encounters related so well to the spirit of El Salvador’s martyrs, captured in words of Jesus, ‘Come you Blessed Ones, enter God’s kingdom, for I was hungry, and you fed me, thirsty and you … a stranger and you … sick or in prison, and you visited me.’ ------------------------------ *Following Vatican II, from 1965 and 1968, Latin American Bishops met in Chile, Ecuador, Colombia, Peru and Brazil and developed the framework, language and focus that would characterize Medellín. Medellín revolutionized pastoral and theological reflection in Latin America. |
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October 2024
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